En el anterior artículo nos centramos en los riesgos que vamos a tener que asumir si decidimos comenzar con la actividad exportadora. De esta manera, si no tenemos en cuenta que el crecimiento de nuestra empresa puede ir acompañado, además de por buenos resultados en el extranjero, por una serie de riesgos como que se deprecie la moneda del país al que exportamos, o el establecimiento de una nueva reglamentación que afecte a nuestros productos, o retrasos en las entregas que deterioren la mercancía… podemos encontrarnos con que esa actividad exportadora termine perjudicando a nuestra empresa.

Prevenidos por esos riesgos lo que vamos a realizar es una planificación de la nueva actividad a la que nos enfrentamos para que los resultados sean los mejores y hagamos posible la reducción de riesgos.

Empecemos entonces con una serie de consejos que deberían de ser tenidos en cuenta por quienes ven en mercados del extranjero nuevas oportunidades:

Visita el país en el que deseas vender tus productos y solicita un estudio de mercado

Imaginar que lo que funciona bien en nuestro país va a tener que seguir esa misma senda de éxito en cualquier otro no solo está descartando la existencia de unas costumbres y gustos diferentes, sino que además estará ignorando a la competencia de ese país.
Sin conocer cómo es la oferta de productos en el sector en el que queremos entrar, cuáles son los precios, calidad de esos productos, en definitiva, si saber si existe un nicho en el que nuestra oferta pueda tener ventajas para un público que ya está habituado a algo similar a lo que les vamos a ofrecer, la actividad exportadora volvería a asumir riesgos innecesarios.
Esto se puede entender con lo que le sucedió a la exportación de alcachofas a países del Este de Europa cuando esos países se empezaron a abrir a Occidente. Sus mercados se llenaron con nuestros productos, entre ellos las alcachofas que resultó que a prácticamente nadie le resultaron interesantes. ¿Qué estaba sucediendo con las alcachofas? ¿Tal vez no llegaban en buen estado? ¿Se incrementaba mucho de precio y no estaban al alcance de los nuevos potenciales compradores? Nada de esto es lo que sucedió, fue algo mucho más simple: en esos países nadie había cocinado antes alcachofas, y por lo tanto no sabían lo que hacer con ellas.

Un buen packaging te ayudará a ahorrar dinero

El transporte cobra una especial importancia en la actividad exportadora debido a que, sin más remedio, vamos a tener que colocar los productos que tenemos en nuestro almacén en otro que seguramente se encontrará a una distancia considerable y sobre el que no tenemos ningún control.
Si bien suele ser frecuente que el exportador solo se responsabilice de la mercancía hasta la frontera del país de destino no puede descuidar el correcto embalaje, buscando tanto la seguridad óptima de sus productos como la reducción al mínimo posible del volumen que ocupan. De no hacerlo así se arriesga a incrementar los costes y a que la empresa importadora no esté satisfecha por posibles daños en los artículos recibidos.

Puedes comenzar vendiendo a través de tu tienda online

Es una manera interesante de empezar a descubrir cómo van a responder las personas de otro país ante tus productos.
Los requisitos para poner en marcha esta versión light de la exportación es disponer de una tienda online que cuente con la traducción al idioma del país de destino, y que incluya también métodos de pago que se utilicen frecuentemente en las tiendas de dicho país.
Los envíos se pueden realizar a través de transportistas que trabajan a nivel internacional, pero también se puede contratar el servicio de una empresa que almacene y envíe los productos. Se consigue, de esta manera, generar más confianza en los compradores ya que los envíos se realizarán desde el mismo país.
Lo interesante de esta solución inicial es que una tienda online se puede crear con un presupuesto bajo, y su mantenimiento tampoco resulta muy costoso. Para dar a conocer lo que se pretende vender se pueden utilizar sistemas de publicidad como Google Ads que nos va a permitir un nivel de precisión total a la hora de seleccionar zonas donde queremos dar a conocer nuestros productos. Podemos seleccionar dentro de cada país, regiones, ciudades o podemos crear áreas de pequeña dimensión (1 kilómetro de diámetro) allí donde queramos contactar a potenciales clientes.