En varios artículos hemos ido tratando el tema de los despidos, tanto desde el punto de vista del empleador, como de quien padece esa situación. Aunque es un proceso relativamente simple, puede llegar a complicarse de manera notable por diferentes motivos, de tal manera que un despido objetivo, o disciplinario, puede llegar a convertirse en improcedente o nulo.

Por lo tanto, lo que para el trabajador termina con una carta de despido, puede que en realidad tenga un final muy diferente al que se podía suponer en ese momento.

Como ya hemos visto, podemos encontrarnos con errores de forma, que tienen más importancia de la que se le suele dar, pero en esta ocasión queremos recurrir a ejemplos reales que han aparecido en la prensa referentes a despidos que por otros motivos fueron declarados improcedentes.

Vamos a enumerar algunas de esas razones junto a los enlaces a las diferentes noticias: