Las inspecciones de trabajo son temidas por muchas empresas, ya que saben que cualquier irregularidad o fallo puede suponerles una sanción. La total seguridad en esos casos es contar con la ayuda de una asesoría como Cepresa, que tiene toda la gestión de sus clientes al día, que la desarrolla en base a la absoluta legalidad y que no deja ningún cabo suelto que pueda despertar la suspicacia del inspector de trabajo de turno.

No obstante, hay compañías que se arriesgan, que no tienen el respaldo de una entidad como la nuestra y que acaban cayendo en los errores más habituales y frecuentes que se detectan en las mencionadas inspecciones:

  • Las empresas deben contar con una evaluación de riesgos, para poder acometer de la manera más eficaz y eficiente lo que es una política preventina precoz. Pero además de tenerla deben conseguir que la misma sea acorde a lo establecido por ley. Sin embargo, en eso suelen fallar muchas de las compañías investigadas. Así, es común que no especifiquen las particularidades de cada puesto de trabajo, no analicen los riesgos in situ, se hayan olvidado de registrar las enfermedades que pueden tener lugar, no acometen un seguimiento exhaustivo o directamente no cuentan con la participación de los trabajadores y técnicos de seguridad.

  • Los contratos de trabajo también son una de las partes fundamentales de toda inspección de trabajo y, de modo especial, los temporales. Sin embargo, a pesar de ser tan vital, hay investigados que caen en errores muy habituales como estos: superan la duración en los contratos eventuales por determinadas circunstancias que no especifican, no se detalla correctamente la obra o el servicio al que se refiere el contrato en cuestión o en este se opta por recurrir a una fórmula genérica.

No caigas en esos errores y tengas dificultades en tu inspección de trabajo. Confía en Cepresa.