Conseguir que un negocio funcione y que pueda alcanzar los objetivos que se tenían marcados requiere trabajo y esfuerzo. Pero no solo eso, pues también es necesario que exista un buen plan de empresa que sea el pilar fundamental que sustente la viabilidad del citado negocio.

En un artículo anterior te dimos a conocer no solo los aspectos principales que debe recoger sino también la manera en la que se puede utilizar para poder encontrar las mejores oportunidades.

Pues bien, hoy lo que pretendemos hacer es ampliar esa información para quienes desean elaborar un adecuado plan de empresa. En concreto, vamos a tratar una serie de cuestiones que son fundamentales tener en cuenta. ¿Preparado para tomar nota?

Conocer el mercado

Antes de poner en marcha un negocio es fundamental conocer a fondo el mercado. Y es que esta es la manera de tener una aceptable seguridad de que puede tener cabida en ese lugar y que puede convertirse en un referente así como en una propuesta de éxito.

Por ese motivo, para poder analizar a fondo el citado mercado, es fundamental llevar a cabo medidas diversas como el análisis del mismo. Análisis que se debe sustentar en pilares como los siguientes:

  • Hay que detallar al máximo sus principales características. Nos estamos refiriendo no solo a sus aspectos legales y técnicos sino también a la estructura que posee, a las áreas geográficas que abarca, a su tamaño, a lo que son las barreras de entrada…

  • Por supuesto, en ese análisis del mercado debemos llegar a conocer los segmentos del mismo ya que eso permitirá descubrir y delimitar los diferentes tipos de consumidores que existen. Para segmentarlo se pueden utilizar criterios de lo más variopintos como el socioeconómico, el geográfico, el demográfico…Y es que este paso servirá para poder establecer cuál o cuáles son los segmentos del mercado que más interesan al negocio por el volumen de ventas o por el potencial de crecimiento que tienen.

  • Las necesidades del cliente son otros de los aspectos que deben recogerse de forma nítida en el plan de empresa, ya que teniendo claras las mismas también se podrá saber qué debe ofrecerle ese negocio que se desea poner en marcha a la hora de garantizar su éxito.

  • Los diferentes tipos de consumidores que existen son otro de los pilares básicos del plan que nos ocupa. En este caso, tenemos que conocer si su perfil coincide con tipos de clientes  impulsivos, también puede ser pioneros a la hora de probar nuevos productos y servicios, pueden ser escépticos, reflexivos…

Las motivaciones de compra que tienen los clientes así como su comportamiento y conducta a la hora de comprar son otros de los aspectos fundamentales que hay que tener en cuenta para poder conocer a fondo el mercado.

Aspectos clave

Aunque la información mencionada en el apartado anterior es fundamental a la hora de conseguir desarrollar un adecuado plan de empresa, no es la única. En concreto, en ese documento es vital que tomen protagonismo otros aspectos igualmente relevantes que pueden garantizar el éxito del negocio. Nos estamos refiriendo a cuestiones como las siguientes:

  • La demanda potencial que tiene el producto o servicio que se quiere ofrecer a los consumidores. Para conocer este aspecto se pueden consultar datos que ofrezca la propia Administración como otros tales como cifras de facturación o de ventas relacionadas con otras empresas.

  • En el caso de que lo se desee ofrecer sea algo innovador, lo que habrá que hacer será tener en cuenta estadísticas de ventas de productos que, en cierta medida, puedan resultar similares.

  • Las tendencias de la demanda son, de igual modo, otros aspectos esenciales que deben formar parte del plan de empresa. Y es que eso ayudará a posicionar el producto en cuestión teniendo en cuenta aspectos como la estacionalidad, la diferenciación con otros de características parecidas…

  • Otra cuestión clave que debe quedar perfectamente recogida en este plan de empresa es el análisis de la competencia. Deben estudiarse a fondo a las compañías que sean “rivales directas” en el mercado. Debemos de conocer sus debilidades y fortalezas para que de esa manera nos resulte posible llegar con nuestra oferta a los clientes sin que nuestros competidores sean un obstáculo para nuestro éxito.