Muchos son los conceptos y procedimientos que se hace necesario conocer cuando se comienza a trabajar como autónomo o cuando se está al frente de una empresa. En concreto, entre los más importantes está la llamada inspección tributaria, que viene a ser el procedimiento que llevan a cabo las pertinentes autoridades en pro de comprobar e incluso investigar que una persona o entidad en cuestión cumple con todas las obligaciones tributarias que posee, en base a la legislación vigente. Estudio que, en caso de certificar que el investigado no lleva a cabo sus deberes al respecto, determinará y establecerá las medidas y sanciones adecuadas.

Esa labor es llevada a cabo por los órganos de inspección tributaria, existentes en los distintos ámbitos (estatal, autonómico y local), que exactamente tienen las siguientes atribuciones:

  • Actividades de comprobación e investigación, que girarán en torno al control y exactitud de los datos tributarios.

  • Tareas de obtención de información con trascendencia tributaria.

  • Labores de valoración, que irán destinadas a tasar y comprobar el valor de los bienes, rentas y patrimonio que se han declarado.

  • Actividad de liquidación tributaria.

  • Imposición de sanciones. Una labor esta que la desarrollan los mencionados órganos cuando, tras la correspondiente investigación, se comprueba que la empresa o el autónomo investigados han cometido algún tipo de infracción en la materia citada.

A grandes rasgos, estos son los principales aspectos que hay que conocer sobre la inspección tributaria. Un procedimiento este que, para que salde sin contratiempos y sin sanciones de ningún tipo, requiere que el inspeccionado tenga su gestión al día y cumpliendo la ley. Por eso, nada mejor que tener contratada a una asesoría como la nuestra, Cepresa, que asegura que, ante una investigación de ese tipo, no hay nada que temer.