Una empresa no puede despedir a un trabajador sin un motivo bien justificado, cuando el contrato que firmó todavía está vigente. Sin embargo, no siempre sucede así, y de hecho hay empresas que intenten buscar alguna justificación que les permita echar a trabajadores de su plantilla. Esto es fácilmente demostrable pues esos despidos, que van a terminar siendo declarados improcedentes, los encontramos con cierta frecuencia en los medios de comunicación, por ejemplo, uno de los casos que más suelen mencionarse son los que afectan a trabajadoras embarazadas.

Pues bien, vamos a suponer que usted que está leyendo este artículo ha recibido, sin previo aviso, una carta de despido de su empresa, tal vez, intentando hacer pasar el despido por disciplinario, o tal vez, con alguna excusa que usted sabe que no es cierta. No rechace la carta de despido, fírmela y junto a su firma escriba que no está conforme con dicho despido.

El siguiente paso a dar le aconsejamos que sea la contratación de los servicios de profesionales que le asesoren. Si lo desea en Cepresa podemos realizar este trabajo. De todas maneras lo que viene ahora es un intento de no llegar a un juicio, así que en un acto de conciliación el trabajador y la empresa intentarán llegar a un acuerdo. Si en ese acto el trabajador le demuestra a la empresa que lo despidió que tiene los argumentos o las pruebas necesarias para que el despido sea declarado improcedente, lo más probable es que dicha empresa no desee tampoco que el juicio se celebre.

Que el trabajador cuente con profesionales que le asesoren es imprescindible porque en caso contrario ni siquiera va a saber cuáles son sus recursos, o los argumentos que puede utilizar, para demostrar que su despido puede ser considerado improcedente.

¿En qué casos un despido puede ser declarado improcedente?

  • Cuando no se ha cumplido con la propia formalidad y legalidad del despido, incluso al margen de que dicho despido pudiera ajustarse a razones objetivas. Puede ser el caso de no haber entregado una carta de despido, o de no haber especificado los motivos del mismo.
  • Si los motivos que alega la empresa para el despido tienen una pobre justificación, o se sustentan en falsedades, dicho despido también podrá ser declarado improcedente.
  • Las razones discriminatorias conducirían a un despido que puede ser declarado nulo, un caso diferente al improcedente, pero con consecuencias favorables para el trabajador, como la que mencionábamos al comienzo de este artículo, que afectan a mujeres embarazadas, como también en los casos de despidos por razones de raza, sexo o edad, o por vulnerar los derechos fundamentales.

En los anteriores casos el trabajador tiene la oportunidad de que su despido termine de una manera muy diferente a la que supuso inicialmente.

Si el despido es improcedente, ¿qué sucede a continuación?

El trabajador es readmitido en la empresa. Esto puede suceder porque se llegue a ese acuerdo en el acto de conciliación, o porque un juez obligue a la empresa a readmitir a dicho trabajador, que tendrá su trabajo en las misma condiciones que cuando lo dejó. Además, por los meses que haya estado sin trabajar deberá de ser remunerado con el salario que dejó de percibir (salvo que en ese periodo hubiese encontrado un nuevo trabajo)

Indemnización al trabajador. Puede que la empresa no quiera volver a admitir al trabajador despedido, aunque hay que tener en cuenta que hay casos en los que la empresa no puede negarse. En este caso, se percibirá una indemnización equivalente a 33 días de salario por año trabajado para cualquier periodo de tiempo posterior a la Reforma laboral del 12 de febrero de 2012, y anterior a dicha fecha será de 45 días de salario por año trabajado.

Si usted se encuentra en una situación de despido que considera improcedente, contacte ahora con nosotros. Le atenderán profesionales que se implicarán en su caso y trabajarán para que recupere su puesto de trabajo, o en caso contrario, para que reciba hasta el último euro que le corresponde legalmente.