Era una idea que tenías en tu mente desde hace tiempo y ahora has tomado una decisión definitiva: vas a comenzar a vender tus productos fuera de nuestro país. Sin embargo, al comenzar a organizar todo el plan para que resulte óptimo, te ha surgido una duda: “¿tengo que contar con un distribuidor en el extranjero o no?”.

En Cepresa te vamos a ayudar ahora para que puedas tomar una decisión definitiva. Por eso, desde nuestra asesoría te vamos a dar a conocer cuáles son las ventajas y desventajas de hacerte con esa “ayuda”.

¿Preparado? Toma nota.

Entre los principales aspectos a favor que tiene contar con un distribuidor podemos subrayar los siguientes:

  • Conoce a fondo el mercado en el que quieres comenzar tu nueva andadura, por lo que sabe perfectamente qué se demanda. Esta información que te ayudará a poder adecuarte perfectamente a lo que los clientes van a pedir.

  • Tiene ya contactos en ese país, por lo que le resultará mucho más fácil poder darle salida a tus productos y darles la visibilidad que necesitas.

  • No menos importante es que te ayudará y te asesorá en determinados aspectos relacionados con la ley comercial en ese país.

  • De la misma manera, cuenta ya con una infraestructura que facilitará tanto el almacenamiento como la distribución de los artículos que quieres vender en ese territorio.

No obstante, para que puedas tomar una decisión en firme al respecto, también es necesario que sepas qué aspectos menos beneficiosos trae consigo tener un distribuidor en el extranjero:

  • Si no lo eliges adecuadamente, te arriesgas no solo a que tu proyecto fracase sino también con el hecho de que tu marca y tus productos no tendrán precisamente una “publicidad positiva” en ese territorio.

  • En el caso de que la relación entre ambas partes no sea favorable, puede ocurrir que para rescindir el contrato tengas que hacerle frente a un proceso complejo en el que incluso tengas que afrontar una indemnización cuantiosa, si eres tú quien decide rescindirlo.

  • Cabe la posibilidad de que el distribuidor pueda “jugártela” en cualquier momento y aprovechar el éxito de tus productos para poder hacerte competencia desleal con otra empresa de características similares.

A grandes rasgos, estos son los principales aspectos a favor y en contra que trae consigo tener un distribuidor en el extranjero. Sopesa unos y otros y finalmente toma la decisión que creas más conveniente. Eso sí, si decides hacerte con uno selecciónalo adecuadamente y firma con el mismo un contrato exhaustivo que impida llevarte sorpresas desagradables.