En ocasiones, o más bien, para ciertas personas, la simulación de un accidente puede ser toda una tentación, ya lo vimos en un artículo anterior con referencia a la simulación de una enfermedad. Además, si se tiene la disposición suficiente para causarse a sí mismo alguna lesión, puede ser mas complicado identificar el engaño. De este modo se puede conseguir una baja laboral por incapacidad temporal.

👉 Hay que tener en cuenta que en ocasiones la simulación va más allá de lo esperado pues, para hacer más creíble el accidente, la persona implicada puede llegar a causarse un daño real, por lo tanto, la lesión no es en si misma una demostración de que se produjo el accidente que el trabajador está mencionando, no de esa manera, o no en ese lugar o no en ese momento citado.

En cualquier caso, ya se haya producido el accidente de manera fortuita, pero fuera del horario y lugar de trabajo, o el trabajador se haya autolesionado, como vamos a ver en unas sentencias que compartimos, una breve investigación puede arrojar luz sobre lo sucedido.

⚖ Las sentencias

Id Cendoj: 30030340012023100847
Una trabajadora supuestamente se lesiona en un pie al caérsele encima una caja de 25 kilos que tenía que manipular en sus tareas diarias. Ante las preguntas del director de Recursos Humanos, que sospecha de que lo mencionado no es del todo cierto, la trabajadora cambió su versión diciendo que realmente la lesión se la causó al resbalar, entrando con sus versiones en una evidente contracción.
El tribunal determina que se había producido una trasgresión de la buena fe contractual al simular la trabajadora el accidente, evidenciado por sus contradicciones, vulnerándose el artículo 5 a) del Estatuto de los Trabajadores.

Id Cendoj: 07040340012022100014
En este caso nos encontramos con una situación inesperada en la que una trabajadora se autolesionó de una manera que despertó las dudas de la supervisora y de la persona encargada de los Recursos Humanos.
La trabajadora avisó de su lesión a la supervisora mencionándole que se había herido al intentar sacar unos cuchillos del lavavajillas. Sin embargo, las lesiones, que eran más de veinte, con cortes verticales y perpendiculares, en su brazo, eran incompatibles con lo relatado por esta persona. Se recurrió a realizar una fotografía de las lesiones, que sirvió como prueba de que habían sido producidas por la propia trabajadora.

Tanto en el primer caso como en este último se concluyó con un despido disciplinario, que los tribunales declararon como procedente.
Por lo tanto, ante cualquier accidente que supuestamente se ha producido en el trabajo es necesario iniciar una investigación, ya no solo para revisar qué ha sucedido y poner en marcha soluciones para evitar que se vuelva a producir, sino también para descartar que se haya simulado el accidente.

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