Tímidamente y teniendo siempre los pies en el suelo. Así es como comenzaste tu andadura como autónomo al poner en marcha tu negocio. Y esa actitud te ha dado tan buenos resultados que ahora te encuentras en la necesidad de contratar a un trabajador para que te eche una mano.

Siempre quieres tenerlo todo bajo control y siguiendo las pautas que marca la ley, por lo que te recomendamos que te pongas en manos de nuestra asesoría, Cepresa, ya que así te ayudaremos a realizar el contrato de ese empleado de la forma adecuada. En concreto, nuestros expertos te escucharán, te asesorarán al respecto y te darán a conocer cuál de los contratos existentes son los que debes utilizar:

  • Contrato indefinido. Bajo este nombre se encuentra el que se acuerda sin determinar ningún tipo de límites en cuanto a lo que sería su duración, por lo que se considera que permanece en vigor hasta que una de las dos partes, empresa o trabajador, lo rompe.

  • Contratos temporales, que tienen una duración estipulada y que pueden ser de tres clases: por obra o servicio concreto, por circunstancias del mercado o para sustituir a otros empleados que tienen derecho a reserva del puesto de trabajo.

  • Contrato para la formación y el aprendizaje, sobre el que se sustenta un régimen de lo que es alternancia entre actividad formativa y actividad laboral retribuida convenientemente por la empresa en cuestión. Su función principal es lograr la cualificación profesional del trabajador.

  • Contrato en prácticas. Como su propio nombre indica viene a ser el que determina la realización de la práctica profesional por parte del empleado en base al nivel de estudios cursados.

Todo eso sin olvidar que también existe el contrato a tiempo parcial o el contrato de grupo.