A la hora de poner en marcha una empresa, o de dirigirla, se hace necesario tener ciertas habilidades. En concreto, hay que poseer capacidad de organización, de liderazgo, de empatía e incluso de esfuerzo y sacrificio. Pero no solo esas son imprescindibles, también hay que contar con otras que son necesarias para poder negociar. Y es que esta acción, la de llegar a acuerdos con proveedores, clientes e incluso trabajadores, es fundamental a la hora de lograr que la empresa vaya por buen camino.

En concreto, ahora vamos a mencionar cuáles son esas habilidades necesarias para poder negociar y para poder conseguir que los resultados de la misma sean un verdadero éxito:

  • Planificación. Sin lugar a dudas, esta es una de las primeras cualidades que debe tener una persona que quiera convertirse en un buen negociador y, además, hacerlo logrando los mejores resultados. Con la planificación nos referimos a una capacidad de quien sabe organizar los objetivos a cumplir, se informa previamente de todo lo necesario, conoce en profundidad a el sector en el que se mueve y a las otras personas. Sin la planificación es complicado establecer prioridades y asignarle el valor correcto a todo lo que entra en juego.

  • Capacidad de escucha. Por supuesto, tiene que ser alguien que sepa escuchar a su interlocutor, que le preste atención, y que le demuestre que le interesa todo lo que le está contando. Es más, debe transmitir empatía.

  • Habilidades comunicativas. Ni que decir que debe ser una persona con innegables capacidades para la comunicación, fundamentalmente verbal. Esto supone que tenga un diálogo fluido, que sepa explicar bien su postura y lo que pretende conseguir, que sea claro y directo así como que use un lenguaje adecuado a su interlocutor.

  • Control de las emociones. De la misma manera, también se establece que un buen negociador debe ser alguien capaz de controlar sus emociones, es decir, que no debe dejarse llevar ni por el pesimismo ni por la euforia, según lo que suceda en cada negociación. No debe mostrar esas emociones para evitar que su interlocutor pueda utilizarlas en su beneficio y hacer que el acuerdo le pueda resultar más ventajoso a él.

  • Transmisión de confianza. Asimismo esta es otra de las habilidades clave que debe tener. Y es que si consigue convencer a la otra parte de que es alguien de fiar, será mucho más sencillo llegar a un acuerdo.