Si quieres dar un nuevo giro a tu vida profesional y deseas convertirte en emprendedor es importante que tengas las ideas muy claras al respecto, que sepas bien a qué te enfrentas y que no dudes que esta nueva andadura va a requerir tiempo y mucho esfuerzo.

Pero no sólo eso además es vital que cuentes con una asesoría, que se encargue de ayudarte de ayudar a acometer la tramitación pertinente, a solventar las dudas que puedas tener y, por supuesto, que sea la que te dé toda la información que necesites en cuanto a tomar ciertas decisiones. Con esto último nos estamos refiriendo a que se encargue de darte a conocer qué ventajas y qué inconvenientes tiene que adquieras la figura de sociedad limitada, que es la que te has planteado que deseas adoptar.

En concreto, si confías en una asesoría como la nuestra, Cepresa, nuestros expertos te otorgarán datos incuestionables que tú tendrás que sopesar y barajar para tomar una decisión final.

Entre los beneficios más importantes de convertirte en ese tipo de sociedad se encuentran los siguientes:

  • Se abonan menos impuestos que si se optara por ser autónomo. En concreto, los mismos son del 15% en los dos primeros años, tiempo tras el cual pasan a ser del 20%.

  • En lo que respecta a su tramitación y puesta en marcha hay que subrayar que conseguir darle forma es relativamente rápido y sencillo. Eso sí, requiere más tiempo que convertirse en autónomo pero menos que en ser sociedad anónima.

  • A la hora de tratar con proveedores, bancos o clientes se tiene cierto prestigio social y más contundencia y presencia que si se asumiera otros “roles”.

  • Las inversiones que se realicen por la misma son deducibles.

  • Frente a otras figuras jurídicas, la de sociedad limitada se puede poner en marcha contando con una única persona.

Entre las desventajas más significativas que tiene se hallan las siguientes:

  • Hay que pagar más de cuota que los autónomos.

  • Se hace necesario abonar una cantidad para poder llevar a cabo la constitución de la misma, ya que se requiere contar con un notario y también con el pertinente Registro Mercantil.

  • Hay una obligación de llevar a cabo lo que es su contabilidad de una manera absolutamente formal.

  • No tiene la capacidad para poder emitir obligaciones y hay ciertas restricciones en lo que respecta a la trasmisión de las participaciones sociales.

Después de leer todo esto, ¿qué vas a hacer? Si no lo tienes claro, contacta ahora con nosotros y te ayudaremos a tomar la mejor decisión.