Resulta casi inevitable que en la gestión de la relación de cualquier empresa con la Agencia Tributaria se cometan errores, ya se deban a descuidos o al desconocimiento de quienes se están encargando de esas tareas. Por ese motivo lo más habitual es que todos esos trámites se pongan en manos de profesionales que se dedican en exclusiva a completar de forma correcta todas las obligaciones fiscales que tienen las empresas.

De cualquier modo, aunque los errores pueden mininizarse, en ocasiones pueden aparecer de manera casi inevitable por el despiste de algún empresario, o porque tomó decisiones equivocadas y precipitadas, sin contar con la opinión experta de la asesoría que le gestione ese tipo de asuntos. Además, no todos los errores se comenten en el área fiscal, pues en el funcionamiento diario de cualquier empresa hay que tomar decisiones en cuestiones laborales, contables, jurídicas… que ciertamente pueden facilitar las decisiones equivocadas.

A continuación vamos a enumerar algunos de los errores en los que se puede caer con más facilidad:

Trabajar con una marca que no se ha registrado.

El problema con el que nos podemos encontrar es que alguien la registré y nos termine obligando a abandonar la marca que ha estado unida a nuestra empresa/productos/servicios. Puede ser un contratiempo notable si eso sucede después de haber estado varios años promocionando esa marca. Además obligará a renovar todo el etiquetado de productos, logotipos, incluso perderemos el nombre de dominio si estábamos utilizando el nombre de la marca.

Para más información aconsejamos la lectura de los artículos que publicamos en nuestro blog:

Cómo proteger la marca de tu empresa.

Pasos a dar para registrar una marca.

Errores que se cometen al registrar las marcas.

Conflictos entre socios

Son tan inesperados como los conflictos familiares, y al mismo tiempo pueden llegar a ser igual de nefastos.

La decisiones poco acertadas en la creación de las sociedades en las que no se tienen en cuenta las peculiaridades del proyecto, o cuando no se considera cuál puede ser el mejor tipo de sociedad en función de lo que se espera a corto o medio plazo, puede conducir a situaciones nada favorables para la continuidad de la sociedad que podrían haberse evitado con una correcta planificación inicial.

Algunos artículos relacionados:

Conflictos en sociedades de dos personas.

Errores en el reparto de dividendos.

El derecho de separación en una sociedad.

Incumplimiento de la ley de Protección de datos

Al día de hoy se le sigue dando poca importancia entre muchas empresas a la protección de datos personales, sin embargo, la sensibilidad del público ha ido creciendo de manera notable en este tipo de cuestiones. Como consecuencia nos podríamos llegar a encontrar en una situación complicada teniendo que hacer frente a sanciones. Evitarlo está a nuestro alcance y no resulta nada complicado.

Aconsejamos la lectura de algunos artículos de nuestro blog:

Últimas novedades en el Reglamento general de la protección de datos.

Infracciones relacionadas con la protección de datos.

Cumplimiento de la LOPD y la LSSI.

Falta de financiación que conduce al cierre de la sociedad

Incluso los proyectos que pueden llegar a ser exitosos pueden terminar cerrando debido a los errores en la financiación, que suelen ser numerosos y variados. Los encontramos en quienes ponen en marcha una empresa con capital propio insuficiente y con gran dependencia del capital ajeno, o cuando se realizan fuertes inversiones en bienes que agotarán las posibilidades de nueva financiación y que no ofrecerán el rendimiento necesario a corto plazo, o cuando se desconoce la situación contable real de la sociedad y, por lo tanto, resulta imposible que se realice una planificación correcta a medio o largo plazo.

Varios artículos de interés:

Acuerdo entre socios para ir aportando financiación.

Fuentes de financiación para empresas.

Lo que necesitas saber son el equity crowdfunding.

La falta de inversión y apoyo al talento

El talento en los trabajadores de una empresa no solo es cuestión de realizar unas contrataciones acertadas, aunque sean muy deseables, sino que también importa cómo se va a desarrollar y valorar su trabajo. Por ese motivo los programas de formación, los incentivos, o la creación de un plan retributivo en el que se sea reconocido el talento de cada trabajador, deben de formar parte de la gestión de cualquier sociedad.

Artículos que podemos aconsejar:

Los planes retributivos.

El intraemprendimiento en las empresas.

La externalización del departamento de recursos humanos.